Perfil profesional
Francisco Andrés Lascorz Arcas es licenciado en Filología Hebrea. Presidente de la ARCCI (Asociación de Relaciones Culturales Cataluña-Israel), del Forum OLEI en Cataluña, del Centro de Estudios de Sobrarbe y representante en España de la Universidad Ben Gurión del Néguev (Israel).
Profesor en el Instituto Domènech i Montaner de Reus, es profesor visitante de Cultura hebrea y de hebreo moderno en la Universidad Rovira y Virgili, asesor de la Diputación de Tarragona y ayuntamientos de la provincia de Tarragona en turismo de Israel y cultura hebrea. Entre sus numerosos premios destaca el Samuel Toledano que recibió el año 2008 en Jerusalén en nombre de la ARCCI, de manos del expresidente del Estado de Israel, Yithzak Navón; los reconocimientos del Keren Kayemeth LeIsrael, de CICLA, de la OLEI por “crear puentes entre la diáspora e Israel” y la Medalla de las 4 sinagogas de Jerusalén, recibida de manos del Dr. Abraham Haim, presidente del Consejo de la Comunidad sefardí de Jerusalén.
A nivel local, desde enero de 2017, preside el Centro de Estudios del Sobrarbe y recibió recientemente en la capital del Cinca Medio el Premio Monzón Extiende Cultura 2016 en categoría individual.
Autor de ocho de libros sobre el judaísmo ( tres sobre la comunidad judía de Monzón) y numerosos artículos; participa habitualmente en congresos nacionales e internacionales. Por su conocimiento en cultura e historia hebreas e investigaciones sobre temática sefardí es requerido en actos institucionales y reuniones, tanto en la Embajada de Israel en Madrid como en el Consulado situado en Barcelona. Es colaborador en medios de comunicación españoles e israelíes cuando abordan materias sefardíes y ha impartido o participado en más de 200 conferencias sobre historia sefardí en países como EEUU, Francia, Turquía o Israel.
Perfil Personal
Nació en la calle Saso, de Monzón en 1962. Su infancia y juventud las desarrolló en diferentes colegios de la localidad -párvulos en el colegio Santa Ana, EGB en el Joaquín Costa y FP de electricidad en los Salesianos-. Con 18 años, y junto a su familia, se trasladó a Vilaseca, destino profesional de su padre con la empresa Aiscondel.
Tras su llegada a tierras tarraconenses, los cambios continuaron también en su vida personal a un ritmo vertiginoso, aprueba con 22 años la oposición para profesor de FP, circunstancia que le implicó varios traslados, y aparcó sine diem sus estudios de ingeniería.
Hace 32 años se instaló definitivamente en Reus con plaza propia de profesor en el Institut Domenech i Montaner; ejerce también las tareas propias de jefe de Estudios, cuestión que no le impide seguir investigando y pronunciar conferencias que intenta programar en paralelo con su vida personal. De ahí que acepte ser presidente del Centro de Estudios del Sobrarbe (sus raíces provienen de Belsierre y Araguás) y a su paso por Monzón visite a sus padres, Andrés y Alegría, y a su hermano César, además de amigos como César Nalvarte, Carlos Cabrera, Alfredo de la Llana, Alfredo Sahún, Rafael Redondo, Carlos Vispe… ( con algunos de ellos compartió juventud en Vilaseca, pero años más tarde regresaron a Monzón).
En la agenda anual de este montisonense, siempre resta una o varias fechas para viajar a Israel por motivos diferentes: protocolo, conferencia, reconocimiento… esta circunstancia le permite actualizar su conocimiento sobre la situación que se vive en esa zona del mundo.
-Monzonero, residente en Tarragona (Reus), profesor de FP, cultura católica/cristiana. Sorprende con ese perfil que acabe siendo un estudioso de la historia del pueblo judío…
Como muchos caminos en la vida, lo comencé por casualidad. A profesores del instituto de Reus en sus viajes culturales siempre les recomendaba visitar el Castillo de Monzón y tras una de esas excursiones una profesora me indicó que Monzón seguro que tenía una historia judía importante, así que empecé a interesarme por el tema y a buscar documentación. Con 37 años comencé a estudiar la carrera de Filología Hebrea en la Universidad de Barcelona y mientras la acababa seguía buscando documentación, hasta hoy.
-Además de genética y tozudez aragonesa, ¿cómo se convierte uno en un experto hebraísta?
Bueno, algo de todo hay. Dicen mis colegas que cuando me propongo algo no paro hasta conseguirlo, que soy metódico e incansable. Todos los días planifico mínimo una hora para estudiar, analizar documentos o preparar conferencias. Me gustaría dedicarle mucho más tiempo a la investigación, pero hoy en día no puedo, espero hacerlo cuando me jubile. Y es que además de apasionarme la cultura judeo-aragonesa, queda mucho por investigar. Y sí, algo tozudo también; le doy vueltas y vueltas a cualquier hallazgo, creo que solo así se puede ir avanzando, redescubrir parte de nuestro pasado y dejar un legado que permita que en el futuro otros investigadores tomen el relevo, en mejores condiciones.
-Entre la veintena de hebraístas de prestigio que hay a nivel internacional, un tercio son españoles. ¿Casualidad?
Entiendo que tiene una explicación lógica. La historia judía de España –muy rica- se había investigado mucho menos que otras páginas de nuestra historia, por razones de sobra conocidas. Se podría decir que estamos comenzando, y el final lo veo muy lejano ya que todavía queda muchísimo por descubrir. De ahí una de mis obsesiones por editar libros, publicar estudios, etc, que puedan servir para que otros hebraístas puedan avanzar con mayor celeridad. Aquí en España tenemos las fuentes más valiosas del mundo en historia y cultura sefardíes, se conservan infinidad de documentos, tenemos juderías muy bien conservadas, edificaciones, conservamos lenguas como el aragonés y el catalán que investigadores extranjeros no conocen y les impiden progresar, y además nosotros estamos en el territorio donde estuvieron asentados durante años por lo que lo conocemos, podemos visitarlo. Lo tenemos más fácil que, por ejemplo, los hebraístas de Estados Unidos, Alemania, Francia, que aunque sean más numerosos y disponen de mayores recursos, no tienen el conocimiento de nuestro país.
-Y ser presidente de una asociación judía como la ARCCI también resulta cuanto menos curioso…
Me hice miembro de una asociación de relaciones culturales cuando empecé a estudiar más intensamente la historia hebrea en la Universidad de Barcelona. Era una asociación, como su nombre indica, que quería potenciar la cultura, conocer su historia y crear relaciones positivas entre los dos lados del Mediterráneo. Me propusieron ser presidente hace 11 años, y fue un gran honor para mí. Además, aceptaron varias condiciones: debía seguir siendo muy plural; que fuese respetuosa con todas las opciones políticas, así como las creencias personales (no todos los judíos practican la religión judía); debía incrementarse el estudio e investigación de la historia hebrea; la institución tenía que intentar tender puentes de diálogo con todo el mundo.
-¿Unos puentes de diálogo que entre Palestina e Israel se aprecian complicados?
Pero no imposibles. No debemos resignarnos a ver la paz como una causa perdida. Si partimos de la base, de que por el simple hecho de ser personas, tenemos que convivir, buscar la felicidad, habrá que intentar encontrar una solución. Ambas partes tendrán que reconocer que no tienen la razón absoluta y sobre esa base hablar, negociar, pactar. El problema es que es un asunto estratégico mundial; y la información está muy sesgada, manipulada, por intereses. Una curiosidad: en los años 60, las izquierdas en España eran muy pro-Israel, visitaban muchos españoles los kibutz y estudiaban con devoción sus estructuras de izquierda democrática. Con el distanciamiento de Israel y la URSS, esta afinidad y complicidad fue modificándose para convertirse en hostilidad. Dar apoyo a la causa palestina es legítimo, pero criminalizar siempre al Estado de Israel, no es lógico, fundamentalmente se debe a motivos israelófobos y antisemitas.
-¿Y aquí esa tensión en el día a día cómo la vive su asociación y usted personalmente?
El estudio de la historia exige investigación y rigor. El tema político sigue siendo delicado, así que intentamos ser empáticos, en el convencimiento que la naturaleza humana, tarde o espero que temprano, abrirá el camino a la convivencia plena y armónica.
-Sobre los lobbies… Del judío se ha hablado y escrito mucho.
Ya, pero en nuestro país no hay lobby judío. Vamos, basándome en los datos que conozco veo muy complicada la creación de un lobby. Piensa que hay –como mucho- 40.000 judíos diseminados por toda España, y te puedo asegurar que muchos de ellos no son el perfil que nos han trasladado de gente poderosa, influyente, grandes empresarios, etc.
-¿Y el americano?
Sí, hay un lobby pro-Israel, en EEUU el concepto de lobby es más habitual y normal, sin connotaciones negativas, regulados y el número de judíos es sustancialmente mayor. Pero de ahí a todo lo que se ha dicho de la influencia del judío creo que hay un abismo y mucha ciencia ficción. El armamentístico, el del rifle, el de la industria farmacéutica, compañías energéticas… esos sí puede ser que orienten las políticas de algunos presidentes americanos, por lo que trasciende en prensa, pero lo integran gente de diferentes razas, culturas y religiones. ¿Habrá judíos? Sí, pero puedo asegurar que serán una minoría y estarán para colaborar con las motivaciones del lobby, no por ser judíos.
-Repasando los títulos de sus conferencias, además de bucear en las raíces y genealogía de apellidos o el exterminio nazi; hace hincapié en innumerables ocasiones al turismo…
Si, muchos aragoneses se sorprenderían al saber que su apellido es de procedencia judía. No en vano el Cinca Medio fue un territorio de tolerancia y convivencia de referencia para los judíos de Aragón, especialmente hasta el siglo XIII, durante los siglos XIV y XV la situación se complicó en toda la península, pero en Aragón las comunidades continuaron siendo muy potentes. En Monzón, hubo una comunidad judía seguramente, durante casi mil años, hasta 1492 convirtiéndose en una de las más importantes de la Corona y el Reino de Aragón. Un territorio en el que destacaron las aljamas de Monzón, con alrededor de 650 judíos (aproximadamente un 20% de la población de la época) en el infausto 1492 o de Alcolea de Cinca, que contó con escuela y tribunal judíos. La presencia en toda la península fue importante, y esto hace que los judíos diseminados por todo el mundo cuando vienen a nuestro país de vacaciones aprovechen para conocer algo más sus raíces. Por ejemplo, en Cataluña, que se ha trabajado y potenciado el tema del turismo cultural, la visitan el 70% de los judíos e israelíes que vienen de turismo a España. Recientemente, en estos últimos 5 años, la Comarca del Sobrarbe también se ha convertido en un punto de referencia, incluso antes de descubrir y documentar la presencia judía. Tuve la fortuna de descubrir un mikvé (un recinto de baños rituales judíos) en la localidad de Aínsa.
-¿Monzón tiene potencial turístico para los judíos?
Claro que tiene potencial turístico, muy importante, y no sólo para los judíos e israelíes. En este sentido creo que lo importante es avanzar, no parar, ir dando pasos aunque a veces sean pequeños. Como desde hace años, las autoridades municipales de Monzón saben que en lo que consideren y pueda ayudar, ahí estaré, con mucho gusto. Recuerdo hace algo más de 20 años que fui al Ayuntamiento con un manuscrito (La aljama judía de Monzón, la olvidada), y la entonces concejal de cultura Rosa Mª Lanau y José Luis Escutia se involucraron totalmente; ellos vieron que juntamente con la recuperación de una parte de nuestra historia, se podía potenciar Monzón como destino turístico para los interesados en la cultura hebrea. CEHIMO ha organizado puntualmente varias conferencias sobre la huella judía, espero que se reanuden. En el 2014, el concejal Jesús Guerrero y Rosa María Lanau, alcaldesa, programaron un exitoso seminario para analizar cómo exportar el modelo de gestión de turismo hebreo a Aragón, tal y como ya se estaba haciendo en Cataluña o Andalucía. La actual Corporación ejecutó la señalización turística de la judería. Esporádicamente vienen grupos de visitantes, y a algunos de ellos les he acompañado en una visita guiada desde hace más de 20 años. Al final todo suma. Debemos ser conscientes de nuestro patrimonio y de su potencial, que nos lo creamos. Estoy convencido de que en algún momento decidiremos que sea también un proyecto de los que se denominan “de ciudad”.
-Finalizamos la conversación repasando la amplia bibliografía de nuestro protagonista, y entre los ocho libros nos detenemos en los tres publicados sobre la Aljama judía de Monzón y el Cinca Medio, presentados en EEUU, Israel, Turquía, Francia y España. Rescatamos una de las innumerables anécdotas que Lascorz nos cuenta:
Mi primer libro sobre Monzón, La Aljama judía de Monzón, La olvidada, lo presenté en primicia en Israel. Me habían invitado y me comprometí a ir a la Feria Internacional del Libro. El editor se acercó, con los primeros ejemplares impresos, hasta el aeropuerto de Barcelona cuando estaba a punto de tomar el avión hacia Israel, me los llevé y en el viaje ojeé el resultado final. Llegué a Israel en plena Intifada y tras los innumerables controles de seguridad, y escoltado, presenté el libro ante más de 200 personas. La duración del acto estaba prevista para una hora y se alargó hasta casi tres debido a las numerosas preguntas que me hicieron en Jerusalén, capital de Israel.