Los prolíficos José Antonio Adell y Celedonio García vuelven a la actualidad editorial con la publicación de un nuevo libro que descubre y recoge las fiestas y celebraciones tradicionales de los 731 ayuntamientos aragoneses; incluyendo la cabecera municipal y los distintos núcleos de población. En las 550 páginas del libro se han añadido, además, datos de fiestas desaparecidas o de celebraciones de antaño en lugares hoy despoblados. Con todo ello aparecen reflejados en torno a 1.600 lugares. Una de las particularidades de la publicación que ayuda a seguir, día a día, ese Aragón más lúdico y tradicional es que todos los actos van ordenados desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, apareciendo en cada fecha las tradiciones de esa jornada (fiesta mayor, fiesta pequeña, romería, fiesta de barrio, celebración desaparecida, feria, festival o recreación histórica).
El trabajo de Adell y García se inició en el año 1989 cuando recorrieron la provincia de Huesca para recopilar información sobre esta temática. Realizaron encuestas de tradición oral en 750 núcleos. Además, fueron consultando hemerotecas y archivos. Años después surgirían algunas publicaciones que abordaron el tema que habían compilado del Altoaragón. En años sucesivos y en sus viajes por los pueblos de las provincias de Zaragoza y Teruel siguieron recabando datos sobre el tema, aunque de forma más lenta y menos sistemática: “Hace tres años decidimos completar este amplio trabajo y, tras muchas horas de dedicación, ofrecemos este resultado”, comenta Adell.
El autor literano reflexiona sobre todo lo que han visto y ahora ya es solo historia: “En este tiempo hemos podido observar como muchas fiestas desaparecían como consecuencia de lo que se ha llamado despoblación, “España vacía” o “España vaciada”. Aragón sufre en sus carnes este problema. Algunas celebraciones se trasladaban del invierno al verano o al fin de semana”. Sobre ese marco de pueblos afectados por la despoblación, los autores han podido ver como los vecinos o descendientes se resisten a perder determinadas tradiciones: “Hemos encontrado grupos de personas, asociaciones o ayuntamientos que han decidido recuperar alguna de sus fiestas o tradiciones que forman parte de la seña de identidad de un pueblo y descendientes de algún despoblado que una vez al año se siguen reuniendo recordando su fiesta o romería”. Debido a la movilidad de alguna de estas celebraciones es posible que en el libro no siempre esté encajada en la fecha adecuada o incluso que alguna fiesta, especialmente si se ha iniciado en los últimos años, no se haya recogido, aunque los autores han introducido en torno a cinco mil informaciones de distintas actividades: “Por un lado algunas de las fiestas están en profunda crisis después de haber existido durante siglos. Los festejos actuales se han transformado, al igual que la sociedad y priman en ella elementos de cultura universal sobre los de cultura local o autóctona”, advierte José Antonio Adell.
La fiesta marca la participación y unión de un pueblo en torno a ritos diversos, devoción a los santos patrones o a la Virgen, diversión, participación de todo el pueblo sin distinción de clase social, género o edad e identificación con unas raíces. En la fiesta encontramos elementos del folklore, de la etnología, de la historia y de la antropología. El valor de este libro reside en la novedad de reflejar el ciclo festivo anual de la comunidad aragonesa, aunque existen diversos trabajos sobre la temática festiva. En la mayor parte de los casos nos encontramos con devociones de carácter religioso: “En ese caso explicamos algunos datos biográficos del santo e incluso, si existía, su vinculación con Aragón”, señala Adell. Son muchos los santos aragoneses que tienen su veneración, especialmente por la zona donde nacieron. En las advocaciones de la Virgen se explican algunos aspectos de esa celebración. Mención especial merecen celebraciones como la de la Virgen del Pilar o la de la Venida de la Virgen. Por supuesto, se incluyen las celebraciones variables (Semana Santa, Pascua, Pentecostés, Domingo de la Trinidad o Corpus) en los meses de primavera. En los festejos de tipo profano como carnavales, fiestas de quintos, mayos,… se explica su posible origen y tradición. Algunas de estas celebraciones han sido declaradas Fiestas de Interés Turístico Internacional, tal es el caso de la Semana Santa zaragozana o las fiestas del Pilar, y de la Ruta del Bombo y del tambor del Bajo Aragón: “Tenemos una veintena (puede ampliarse) de Fiestas de Interés Turístico Nacional y, finalmente, casi noventa Fiestas de Interés Turístico de Aragón (la lista se amplía cada año). Nuestros festejos atraen a una gran cantidad de visitantes y son también fuente de ingresos, lo que supone un aspecto más para su protección y continuidad”, comenta el autor, mientras subraya el atractivo de nuestra comunidad aragonesa por lo que a la fiesta se refiere: “Manteniendo nuestras tradiciones ayudaremos a potenciar la continuidad de nuestros pueblos en un momento delicado de la historia en el que el éxodo rural toca fondo”. En definitiva, un libro de cabecera y consulta que coincide su publicación con los treinta y cinco años desde que Adell y García iniciaron este recorrido editorial tan fértil y necesario como aportación a la cultura aragonesa. El libro también llega previo a la Feria del Libro Aragonés (FLA) a celebrar en Monzón del 6 al 8 de diciembre; una cita ineludible que nos regalará esta nueva publicación de José Antonio Adell y Celedonio García, seguro presentes en la FLA 2019.