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lunes, 10 febrero, 2025

El retrovisor: Un niño en inferioridad por Guillermo Uguet

Es reciente el fallecimiento de Ricardo Lamarca Barrios, histórico del ajedrez español y editor de JAQUE ESPAÑOL, revista que dio a conocer a toda España en Noviembre de 1968 el óbito de “nuestro” gran ajedrecista Jaime CASAS CASES. Cinco años después se fundaba en Monzón el Club de ajedrez Jaime Casas (con raíz en la Peña Jaque), con Tosan de presidente, Buil (actual presidente) de vocal de prensa y el Casino la Unión como sede social. Club, pues, que cumple sus 50 años.

Éste mes de Mayo se cumplen también los 75 años de la fundación de la Federación altoaragonesa de ajedrez (en la que Monzón estuvo desde el primer aliento) y de la última presencia en la élite nacional de Jaime Casas, que durante casi dos décadas estuvo en el TOP nacional de un ajedrez de los 10 mejores del mundo. Jaime Casas fue llorado por los colegas tanto por su talla deportiva como humana. Jugador incansable y hombre de bien, nos trajo a Monzón en Mayo de 1944 al “Mozart del ajedrez español” a pasar unos días de descanso en su casa, semanas antes de su ascensión a los cielos de la popularidad. Visita memorable que hoy recordamos.

EL “CATALÁN” CASAS

Jaime Casas (Tamarite, 1902) marchó a Barcelona en sus primeros pasos laborales, donde se apasionó con el ajedrez en años en los que llegaron grandes jugadores al calor de los torneos internacionales que se organizaron. Con el Club Rui López fue campeón catalán por equipos en 1930 y subcampeón individual en 1932, accediendo al Torneo de 14 candidatos en Valencia que nombraría al retador del campeón Rey Ardid. Casas fue el mejor y retó sin éxito al gran estudioso que era el campeón. En 1935 volvió a intentarlo pero no pasó del 10o de 18 en el torneo de candidatos.

“NUESTRO”JAIME CASAS

Tras la guerra vino a residir a Monzón donde vivían dos hermanas, Purificación y Luisa, su hermano Rogelio y su tía Dolores, al frente de negocios muy conocidos de relojería y zapatería. Sus dos décadas entre nosotros con el oficio de zapatero avalan su ciudadanía monzonera.

MOZART EN MONZÓN

En 1942 y 1943 jugó los clasificatorios para designar finalista con buenos resultados pero sin pasar de la tercera plaza. En 1944 se estrena formato con una final de 7 jugadores. Casas clasifica al vencer en su semifinal ante 8 jugadores. En el Casino de Madrid Casas acaba 7o tras un “mocoso” de 13 años, Arturito Pomar, con el que firma tablas el 13 de Mayo. Se conocían del clasificatorio del año anterior y ya había despertado un gran eco mediático. Le llamaban el Mozart del ajedrez y mostraba talento (le ganó una partida al campeón Medina).

Jaime Casas simpatizó con los padres de Arturito que le cuentan que deben ir a Madrid en Junio a reservar Colegio (así podría jugar al mejor nivel todo el año) y a Gijón en Julio. Casas les invitó a pasar unos días tranquilos en su casa en Monzón antes de volver a Palma de Mallorca.

NIÑO EN INFERIORIDAD

Monzón fue un relajo para Arturito esos últimos días de Mayo de 1944 después de la fatiga de un gran Campeonato. Disfrutó de las cerezas, de largos paseos y de los juegos en la Plaza Mayor con otros niños de su edad.

En Monzón había afición al ajedrez, con nombres como José Duran, Jaime Casas, Melchor Bajén o José Solano entre muchos otros. Se jugaba asiduamente en el Casino Mercantil, en La Unión o en bares como el Azul, Garreta o Niza. Razones para que Arturito Pomar no pasara desapercibido aunque le ignoró la prensa general cuyos corresponsales no se hicieron eco. Así se le propuso a Casas aprovechar la ocasión para dar satisfacción a los jugadores locales y se organizó una sesión de simultáneas en La Unión los primeros días de Junio.

Pomar se movíó de mesa en mesa por los 15 tableros dispues- tos en cuadrado. Diez victorias para Arturito, cuatro tablas (entre ellos Melchor Bajen) y tras largas horas de brega D. Jaime de Salas logró darle jaque mate sobre la una de la madrugada. D. Jaime, hijo y nieto de diplomáticos, excusó a Arturito con una frase memorable, “a la una de la madrugada un niño está en inferioridad”.

NACE UNA ESTRELLA

Un mes después Pomar jugó en el primer Torneo Internacional de Gijón con nueve tableros, entre ellos el del campeón mundial Alexander Alekhine, que fue el ganador con 7,5 puntos sobre los 8 en disputa, cediendo solo unas tablas con Pomar. En ese lugar y momento nació el Pomar ajedrecista mediático (incluso portada de MARCA) y de apetecible imagen para el régimen. Cerró el Torneo con tablas ante otro Salas (eminente psiquiatra y padre de la gran bioquímica Margarita Salas) antes de recibir una estruendosa ovación de todos los presentes. Nacía una estrella, moría un jugador. Los árabes trajeron el ajedrez a España y dos apellidos árabes como Salas y Pomar lo encumbraron a leyenda local. Casas no jugó desde el 45 al 47 y se despidió de la élite en el Campeonato de España de 1948 en Murcia tras ganar su grupo semifinal. Acabó sexto y logró una victoria ante el campeón y dos tablas con el segundo. Un adiós desde lo alto.

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