Esta montisonense de tan solo diez años de edad es una apasionada de este deporte, el cual no se le da nada mal. Zenaida dio sus primeros pasos en el CT Monzón cuando era muy pequeña, para después dar el salto al Club Natació Lleida, equipo con el que compite y a cuyas instalaciones acude a entrenar dos veces a la semana. Destacar que recientemente se proclamó campeona en el Master Express Pere Masip en categoría benjamín femenina oro en un torneo disputado en Cornellá.
En los últimos meses es habitual encontrar su nombre entre las mejores clasificadas de cada torneo en el que participa, lo que ha despertado el interés de la Federación Catalana de Tenis, con la que realiza entrenamientos específicos para mejorar su rendimiento y las diversas facetas de su juego –durante las últimas semanas ha acudido en varias ocasiones a Barcelona para compartir formación con las más destacadas tenistas de su generación-. Los acontecimientos se están precipitando muy rápido, a pesar de ello tanto Zenaida como sus padres tienen los pies en el suelo. “Lo principal es que se lo pase bien dentro de la pista, que haga amigos, disfrute con el deporte y, por otro lado, que no descuide los estudios; esto último es fundamental”, destacan.
Tanto Antonio Ruiz, monitor de pádel, como Mary Berdejo, ex jugadora de este deporte con el equipo de Airón Club, le inculcaron a su hija el amor por esta actividad desde muy pequeña. “Con tres años ya nos veía jugar y quería entrar en la pista, coger la pala y pelotear con nosotros”, recuerdan sonrientes. Viendo la temprana afición de Zenaida, decidieron apuntarla al Club Tenis Monzón. Con 5 años comenzó a entrenar a las órdenes de Michel Irigaray, que enseguida se dio cuenta de que aquella niña apuntaba maneras. “Nos decían que tenía muy buena coordinación y no tardaron en pasarla a clases con otras chicas más mayores. Cuando tenía ocho años, el que por aquel entonces era su entrenador, Iván Herranz, la animó a acudir a Lérida a un campus. Después, a través de Iñaki Masip nos presentaron la posibilidad de que se incorporara a Club Natació Lleida”, rememoran.
La talentosa tenista afronta su tercera temporada en tierras leridanas a donde acude a entrenar dos veces a la semana, -sus padres se turnan para llevarla o en ocasiones son los dos los que la acompañan, según su disponibilidad-. Allí realiza entrenamientos de tres horas, la gran mayoría del tiempo sobre la pista, pero también llevan a cabo parte física (coordinación, resistencia…). Además, muchos fines de semana acuden a torneos por toda Cataluña, tanto por equipos, en formato dobles o individual. Incluso ha disputado varias competiciones a nivel nacional: Valencia, Castellón o Zaragoza. “Para el verano organizamos nuestras vacaciones en función de los campeonatos y así aprovechamos para acudir a torneos que nos quedan bastante alejados de nuestra zona”, recalcan. A las sesiones junto a su entrenador Iñaki Masip hay que sumar los que realiza mano a mano con su padre en las instalaciones de Airón Club, de la que es socia toda la familia. “Estamos muy agradecidos de que nos permitan usar sus instalaciones y así realizar un par de entrenamientos complementarios. A veces tenemos que frenarla, por ella jugaría a tenis todos los días del año”.
VALIENTE Y GANADORA
Una niña tímida fuera de la pista, pero con un gran desparpajo dentro de ella. Su juego se caracteriza por su valentía y según nos cuenta uno de sus puntos fuertes es el golpe liftado de derechas y su superficie favorita, la tierra batida. “Antes de los partidos me pongo nerviosa, pero cuando la bola se pone en movimiento desaparecen”, explica Zenaida. Sobre sus referentes tenísticos nos explica que le encanta Novak Djokovic y se fija mucho en Paula Badosa o en la flamante campeona de las WTA Finals, la española Garbiñe Muguruza. También siente predilección por la recientemente retirada María Sharapova y como no podía ser de otra manera, tiene como referente a la montisonense Conchita Martínez, a la que le encantaría conocer. “A ver si en 2022 se vuelve a realizar el torneo de Monzón que lleva su nombre y coincide con ella cuando venga por aquí”, explican sus padres.
A partir del próximo mes de enero pasará a formar parte de la categoría Alevín, por lo que nuevos aprendizajes y retos aparecen en el horizonte. Tanto ella como su entorno tienen claro que el tenis no debe ser una obsesión, sino una herramienta para pasarlo bien, y que más adelante ya valorarán hacía dónde les lleva. “Seguirá jugando hasta que ella quiera; si en algún momento se convierte en una obligación no merecerá la pena hacer el esfuerzo, ni por su parte ni por la nuestra”, concluyen sus padres.