A sus 38 años, Ricardo Chárlez (PSOE) se estrena como alcalde de Albalate de Cinca. Llega al cargo con las ideas muy claras, liderando un equipo joven y con ganas de luchar por mejorar la población ribereña. La construcción de viviendas y la creación de un Centro de Día para personas mayores son ahora mismo sus máximas prioridades. Tras un convulso inicio de mandato y una vez finalizados los festejos patronales del pasado mes de septiembre, aprovechamos para realizar con él un repaso a todos los temas de actualidad de la localidad.
-¿Cómo ha vivido estos primeros meses al frente del Consistorio?
Tuve un inicio un poco convulso, pero enseguida volvió todo a la normalidad y pudimos comenzar a realizar nuestra labor al frente del ente municipal. Me sorprendió la denuncia del PP por incompatibilidad sobrevenida. Yo estaba muy tranquilo porque sabía que no había ningún problema. Al poco tiempo la resolución me dio la razón y asunto olvidado. Tengo una empresa familiar de instalaciones eléctricas, térmicas, etc.; en definitiva, un poco de todo. Con mi llegada a la alcaldía pierdo a uno de mis mejores clientes durante los últimos años como es el Ayuntamiento. Era perfectamente consciente de la situación y aun así decidí presentarme a alcalde con todo lo que ello conllevaba.
-¿Qué le lleva a tomar la decisión de presentarse a la alcaldía?
En el pasado me habían ofrecido formar parte de alguna lista electoral, tanto de un lado como de otro. Esta vez se dieron todas las circunstancias para decidirme a dar el paso definitivo. Después de mucho esfuerzo conseguí configurar un equipo formado por nueve titulares y tres reservas con el que acudir a las urnas. Teníamos ideas diferentes al anterior equipo de gobierno y queríamos darle un cambio a la situación. Los colores políticos en un pueblo deben pasar a un segundo plano y entre todos remar en la misma dirección en busca de un bien común. Eso es fundamental.
-¿Cuáles fueron las primeras decisiones que abordaron?
Una vez nos repartimos las concejalías y tomamos posesión llegó el momento de abordar los asuntos más urgentes. Uno de ellos era preparar las fiestas patronales, no había nada contratado y no teníamos demasiado tiempo. Hablamos con las asociaciones y decidimos darle un cambio, crear una comisión de festejos –formada por las diferentes asociaciones y la juventud del pueblo- y así decidir entre todos en que gastábamos el dinero. En definitiva, hacerlo más participativo. Ahora ya estamos preparando las fiestas de San Martín entorno al 11 de noviembre; además haremos actividades culturales durante todo el mes.
-La gran novedad fue la plaza de toros y los actos taurinos.
Siempre ha gustado en el pueblo, hace unos años se intentó recuperar, pero entre el mal tiempo y otras circunstancias no acabó de funcionar. Esta vez la valoración es muy positiva, se han vendido una gran cantidad de bonos y durante los actos de tarde se llegaron a congregar alrededor de un millar de personas tanto del pueblo, como gente de la zona. La idea es darle continuidad siempre y cuando encaje en el presupuesto y siga teniendo una buena acogida.
-¿Cuál es la principal carencia del pueblo?
No disponemos de oferta de viviendas para comprar ni tampoco para alquilar, hay poco terreno para urbanizar y lo que hay está muy caro. Viendo esa necesidad estamos dispuestos a hacer un esfuerzo para adquirir unos terrenos y urbanizarlos o parcelarlos para ponerlos a la venta a precios económicos. Después nuestra intención es seguir colaborando activamente a través de los técnicos municipales para guiar a los nuevos propietarios. Hemos realizado un listado de interesados y ronda la treintena. Vamos a dar facilidades para posibilitar que la gente se quede a vivir aquí. Hemos mantenido varias reuniones para interesarnos por parcelas y estamos negociando, pero hasta el momento no hay nada cerrado.
-¿En qué otros proyectos están trabajando?
Uno de los pilares fundamentales es la creación de un Centro de Día. En Albalate contamos con una población muy numerosa por encima de los 75 años y creemos muy necesario que cuenten con un lugar donde estar calientes, bien alimentados y acompañados. De momento vamos a reformar el centro de la Tercera Edad situado junto al Centro de Salud. Más adelante queremos construir un nuevo edificio para ampliar el servicio y ofrecer un lugar donde puedan pasar la jornada, desde el almuerzo hasta la cena.
¿Qué podemos decir del colegio?
Estamos buscando soluciones para el colegio, un centro abandonado durante los últimos años y que actualmente cuenta con casi un centenar de alumnos. La Diputación nos ha dado una subvención de 48.000 euros para cambiar las ventanas, pero no es suficiente. Tenemos unos baños clausurados porque los han calificado como antihigiénicos. Hemos tratado el asunto con Olga Alastruey, Directora Provincial de Educación y tenemos su compromiso para subsanarlo lo antes posible. Para más adelante esperamos poder seguir haciendo mejoras como por ejemplo cambiar el alumbrado y sustituir las instalaciones térmicas. La inversión se recupera rápidamente, por ejemplo en el casco urbano la factura de la luz se ha reducido a la mitad desde que se realizó una actuación de eficiencia energética.
-¿Son optimistas en conseguir una mejora en las carreteras?
Hasta Monzón y Fraga aún están medianamente bien, pero en cambio hasta Binéfar no podemos decir lo mismo. Esperamos que el boom de La Litera, con la puesta en marcha del macromatadero, sirva para una mejora de la carretera. Entre Alcolea, Belver y Albalate somos unos 4.000 habitantes con unas comunicaciones deficientes. Nos hemos reunido con Begoña Nasarre (Alcolea) y Tania Soláns (Esplús) para hacer un frente común en este tema. Entendemos la escasez de dinero y la necesidad de priorizar, pero cada uno tiene que velar por sus intereses.
-¿Cuál es la situación del polígono industrial?
Hay un par de empresas allí ubicadas –Paobal y Defeder- que dan mucha vida al pueblo. Nos gustaría dar un empujón al polígono, intentar traer alguna empresa más, aunque es complicado. Las parcelas son privadas y eso es un problema; fue un fallo grave de cuando se desarrolló este proyecto. A pesar de las dificultades vamos a esforzarnos por darle un empujón. La última década hemos arrastrado el problema del cierre de la fábrica de confección que daba trabajo a algo más de medio centenar de mujeres. Supuso un frenazo para el pueblo del cual todavía no se ha recuperado.
¿Alguna medida que le haga especial ilusión?
Para mí sería un sueño recuperar el río. En los últimos tiempos miramos mucho hacía el embalse de San Salvador -zona nueva-, pero tenemos un río precioso que está abandonado. La zona en la que actuar sería desde el puente hasta Belver, toda la zona de la ribera, en total unos cinco kilómetros. La intención sería formar una brigada de voluntarios y poco a poco ir trabajando en ello. Para ello necesitamos los permisos de Confederación Hidrográfica del Ebro. Es una zona natural y no debemos dejar que se pierda.