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miércoles, 19 marzo, 2025

Triste adiós tras siete décadas siendo el corazón del colegio

La Inspectoría Salesiana María Auxiliadora anunció el pasado 22 de octubre la suspensión de la comunidad religiosa de Monzón a partir del próximo curso 2021-22. El centro que cuenta con unos 600 alumnos seguirá siendo una obra salesiana, pero tendrá una gestión laica. Los seis religiosos que forman está comunidad serán reubicados, aunque no está descartado que alguno de ellos pueda seguir vinculado al colegio montisonense.

El proceso de reestructuración que están llevando a cabo durante los últimos años en todo el país ha terminado por poner punto final a una historia que vinculaba a los religiosos salesianos con Monzón desde mediados del pasado siglo. Comienza ahora el proceso de acompañamiento y preparación de la salida de la comunidad, cuyos miembros residen en una zona habilitada en el interior del propio colegio. Ahora, esta se dedicará a otros usos a partir del próximo curso, tras 70 años ininterrumpidos de compromiso con la educación y la evangelización de las diversas generaciones que por allí han pasado. “Éramos unos de los candidatos y finalmente se ha confirmado la noticia. Hemos recibido numerosas muestras de apoyo durante los últimos días y eso significa que todo este tiempo hemos dejado huella”, explica Luis Mur, director del centro montisonense.

Los salesianos continuarán presentes en los proyectos educativos y pastorales de la casa, pero sin la residencia de la congregación religiosa en la localidad montisonense. En estos momentos eran seis las personas que formaban dicha comunidad, de los cuales solo dos de ellos eran personal docente. El resto realizaban otras labores tanto en el centro como en otras parroquias de la comarca y ejercían como capellanes en diferentes centros como las Clarisas o la residencia Riosol; se trata de: Luis Mur, Cirilo Díaz, Juan José Torán, Agustín Gorena, Rufino López y José Ignacio García. Una familia en toda regla, donde los más jóvenes cuidan de los más mayores, alguno de ellos próximo a los 90 años de edad.

“La mayoría llevamos bastante tiempo en Monzón y siempre estará en nuestros corazones. Alguno ha pasado más de media vida aquí y son muy conocidos por los vecinos de la población y alrededor”, señala. Las comunidades más cercanas están en Huesca y Lérida, aunque sus nuevos destinos podrían ser en cualquier punto de la geografía nacional. Otras comunidades religiosas en circunstancias similares se han puesto en contacto con ellos para mostrarles su apoyo. Por ejemplo, Sor María Alegría “Teresita”, Madre Abadesa de las Hermanas Clarisas de Monzón se mostró apenada por la decisión de los Salesianos. “Su labor ha sido muy importante en la población durante un largo periodo”, lamentaba.

La noticia de la suspensión de la comunidad religiosa fue anunciada tras un encuentro entre Ángel Asurmendi, provincial de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora con los propios salesianos, el equipo directivo del colegio y el Consejo de la obra. “Este curso todo va a continuar como hasta ahora. De momento vamos a planificar cómo será el proceso de reconversión y el funcionamiento de los diferentes órganos de animación y gestión que ya existen o la creación de otros nuevos”. En principio serán algunos salesianos de comunidades próximas los que acudan hasta Monzón para realizar las labores de acompañamiento y atención pastoral. “La decisión es firme. A nosotros ahora nos queda preparar ese futuro inmediato”, resalta Mur, quién recuerda que la disminución de miembros de la congregación es constante y no queda más remedio que realizar estar reformas.

UNA HISTORIA VINCULADA A HIDRO-NITRO

En la década de los cincuenta Monzón comenzó un proceso de industrialización donde destacaba Hidro-Nitro Española, cuya instauración provocó la llegada de numerosos trabajadores venidos de fuera acompañados de sus familias. La empresa fundada por José María Peñaranda y Barea puso en marcha una escuela de enseñanza elemental y de formación profesional para los hijos de los obreros, que también se abrió para el resto de la localidad. Para gestionar dicho centro escolar se pusieron en contacto con los salesianos, que llegaron a la capital mediocinqueña en 1952 para dirigir lo que hasta hoy en día conocemos como el colegio Santo Domingo Savio, que desde este momento vivirá un antes y un después.

Como datos destacados, resaltar que en 1973 la titularidad y propiedad de la escuela se traspasaron definitivamente a la congregación salesiana, aunque la vinculación con Hidro-Nitro siguió vigente. A partir del curso 93-94 desaparecieron las unidades de Primaria, de las que pasaría a ocuparse el colegio Santa Ana –centro adscrito, al igual que Minte-. Actualmente estudian en sus instalaciones alrededor de 600 alumnos, repartidos entre la ESO, Bachillerato y diversos Grados Medios y Superiores de Formación Profesional. Es curioso que estas dos entidades que han guardado una relación tan estrecha durante décadas –la comunidad salesiana e Hidro Nitro- se encuentren en estos momentos en una situación delicada y viviendo una severa reestructuración.

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