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sábado, 20 abril, 2024

SERRAT, treinta años de pujanza familiar

José, Pedro y Raúl SERRAT dirigen con pasión, minuciosidad y perseverancia la empresa familiar que lleva su apellido. Un negocio, instalado en la actualidad en la localidad de Castejón del Puente, dedicado al diseño y fabricación de trituradoras forestales, agrícolas, jardinería industrial y obras públicas. Los tres hermanos recogieron en 1988 el testigo de su padre, el fundador de la sociedad, decidiendo apostar por la especialización y la tecnología en la fabricación de sus productos que les han posicionado como referente a nivel internacional. Una cifra resume a la perfección su crecimiento: en los últimos cinco años han exportado maquinaria a 48 países.

La plantilla de Serrat Trituradoras supera los sesenta trabajadores directos. Cada uno forma parte del engranaje, con una función determinada, corroborando el dicho: “El todo es más que la suma de las partes”. Filosofía que los hermanos Serrat practican diariamente junto a un equipo cohesionado, orgulloso cada uno de su papel, buscando en todo momento la satisfacción del cliente lo que les ha permitido avanzar, crecer y ser el referente nacional en trituradoras, a una gran diferencia de su siguiente competidor en su faceta exportadora.

Las instalaciones actuales cuentan con más de 5.000 metros cuadrados situados junto a la carretera N-240, muy cerca de la población de Castejón del Puente, entre el Somontano y el Cinca Medio, comarca de donde procede la familia Serrat. En sus naves industriales llevan a cabo un sistema completo de fabricación. Diseño, transformación de la materia prima (chapas en plano y aceros en barra), ensamblaje, pintura, entrega al cliente… Un proceso integral basado, desde sus inicios, en la especialización y adaptación a las necesidades de cada cliente. “Para conseguir nuestro producto final necesitamos un equipamiento con las más modernas tecnologías, esto supone una gran inversión. Aunque lo más importante es que el equipo humano esté preparado para poder dirigir el sistema productivo. Un tercio de los trabajadores es personal altamente cualificado”, señala José Serrat. También destaca el riguroso sistema de control de calidad para garantizar las especificaciones demandadas por el cliente y diseñadas por la ingeniería de la factoría; así como las continuas inversiones como la última realizada “la instalación de soldadura robotizada con programación offline, tecnología inteligente que permite desarrollar producto discontinuo”.

El departamento de Investigación y Desarrollo es clave en el crecimiento de Serrat Trituradoras al incorporar mejoras continuas de sus prototipos, llevados a condiciones límite. Colaboran con administraciones y centros tecnológicos en el desarrollo de proyectos de investigación. Recientemente han trabajado con la Universidad de Zaragoza, de Córdoba, y con la Autónoma de Barcelona, solo por citar algunos ejemplos a nivel nacional; participando en otros proyectos de diferentes países.

Más de la mitad de su producción se destina a la exportación, con una amplia red de ventas a nivel europeo. “Crecemos pero seguimos aportando un trato personalizado. Ayudamos a cada cliente a definir su producto, según sus necesidades específicas. Ponemos a su disposición un servicio técnico y comerciales capaces de realizar atención personalizada hasta en cinco idiomas diferentes. Por eso podemos decir, con orgullo, que Serrat es otra forma de triturar”, apunta Pedro Serrat.

La empresa ha recibido multitud de premios y galardones a lo largo de su trayectoria como recompensa a su labor de I+D desarrollada por su departamento de ingeniería. En los últimos años se ha acrecentado su trabajo en el mercado de las energías renovables, la biomasa y la agricultura ecológica. Destaca su presencia habitual en numerosas ferias del sector en España y también en el extranjero como Francia, Italia o Marruecos. “Tenemos vocación exportadora. Es un área que hemos trabajado desde hace tiempo con constancia. Desde hace 25 años acudimos a un certamen en París. Gracias a ello hemos conseguido la implantación de ventas en numerosos países”, nos desgrana el pequeño de los Serrat, Raúl.

ESTRUCTURA FAMILIAR CON VOCACIÓN INTERNACIONAL
A pesar del enorme crecimiento que la empresa ha sufrido durante estos treinta años de andadura, mantienen una estructura familiar. Los tres hermanos Serrat, Raúl, Pedro y José, encabezan las principales áreas del negocio: José se encarga de la dirección de ingeniería y la fabricación; Pedro es el director comercial y Raúl la coordinación administrativa. Su padre: José Serrat Ezquerra, fue su maestro. De él surgió la semilla de esta empresa metalúrgica e industrial. Lo que a principios de los sesenta fue un pequeño taller agrícola se ha transformado, después de medio siglo, en algo inimaginable en aquellos tiempos.

“Nuestros padres, José y Teresa, forjaron su juventud personal y laboral en Barcelona en la década de los cincuenta. Este detalle fue fundamental para que desde la niñez nos inculcaran unos fundamentos que han marcado nuestra personalidad”, relatan los hermanos Serrat. José era natural de Binaced y Teresa de Zaragoza. En la ciudad Condal se conocieron y a partir de ese momento comenzaron una vida juntos, desarrollada prácticamente en su totalidad en tierras binacetenses. “Desde pequeños siempre hemos vivido la mecánica, el metal… nuestro padre era un gran profesional. Trabajo en empresas de referencia antes de abrir su propio taller. Nos inculcó el oficio y después lo hemos complementado con diversos estudios. Pero la base la aprendimos de él”, resaltan.

En 1988 los hermanos Serrat tomaron las riendas del negocio. No hubo una transición, el fundador dejó a la segunda generación al mando. La primera decisión que adoptaron fue la especialización, dedicándose en exclusiva a la fabricación de maquinaria, concretamente a las trituradoras. Durante los inicios se mantuvieron en Binaced, después ampliaron sus instalaciones en Castejón del Puente (su actual ubicación), hasta trasladarse por completo hace algo más de quince años.

VALORES FORJADOS EN ACERO Y REPRESENTADOS EN UNA ESCULTURA
El camino recorrido por esta empresa familiar y su esencia se refleja en una escultura, de gran tamaño, ubicada recientemente en el exterior de la empresa. Su silueta se puede contemplar desde cualquier punto de la planta y también desde la carretera entre Castejón del Puente y Monzón. Un monumento con un enorme valor sentimental convertido en realidad tras la última remodelación llevada a cabo en la parcela.
En la parte central, un mástil en forma de lápiz se erige como protagonista. Representa una empresa de diseño donde se crean esbozos capaces de convertirse en realidad. A su alrededor surgen tres brazos, estos simbolizan a cada uno de los hermanos. Sustentan el logo de su apellido -la marca Serrat-, como si levantarán un trofeo, del que participa toda la plantilla. El conjunto está unido por un aro (un anillo), el cual personaliza el lazo familiar. Un nexo de unión que persistirá en el tiempo. “La tercera generación ya está preparada para ir tomando las riendas, actualmente se están formando académicamente para así en un futuro cercano darnos el relevo”, expresan con satisfacción mientras recuerdan emocionados sus orígenes y en especial a su padre “Allí donde esté (falleció hace unos años) habrá vivido con orgullo la celebración de este treinta aniversario y la trayectoria llevada a cabo”.

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