Me pide La Alegría un escrito a modo de experiencia personal o despedida sobre mis 16 años de cargo público que en breve finalizarán. Creo que lo primero que uno debe decir es que me considero un ciudadano en su concepción republicana y no en su concepción liberal, por tanto, mi marcha de las instituciones no implica que abandone la política, abandono las instituciones, pues aspiro a seguir haciendo política, construyendo ciudadanía y trabajando en la medida de mis posibilidades en la sociedad. Dicho esto, creo que para alguien que como yo, que decidió tomar la decisión de presentarse para ser cargo público en su ciudad y durante 16 años ha podido ser concejal, consejero comarcal, Presidente de Comarca, Alcalde accidental y diputado en las Cortes de Aragón, lo que puede decir es que ha sido un afortunado.
Mi experiencia ha sido plenamente satisfactoria y aquellas cuestiones que personalmente más me han podido afectar, que las hay y ha habido, forman parte de mi experiencia y de algún modo me fortalecen. En estos años, con errores y aciertos, he estado encima de los principales proyectos que se han desarrollado, proyectos que en clave de política de transformación municipal se ejecutaron mayoritariamente en mis primeros ocho años, pues creo que los últimos ocho, el Ayuntamiento ha tomado una deriva de la que en parte soy responsable por no haberla sabido o podido atajar, de excesiva política superficial, en definitiva de poca transformación como ciudad. Quiero desde aquí agradecer a los compañeros y compañeras de IU Monzón y Cambiar el respaldo que siempre tuve. Darles las gracias a los trabajadores municipales y comarcales por su dedicación, paciencia y los conocimientos que me han aportado, sin todo ello el trabajo que he podido realizar no hubiera sido posible. Son ellos la primera línea de fuego en la institución y los que dan la cara en las políticas que ejecutamos, por lo que cuentan con mi cariño y respeto.
Igualmente quiero agradecer a mi familia su apoyo y disculparme por el tiempo que les he quitado, tiempo que no podré recuperar, pero que espero poder compensar. Finalmente, como dije en mi último Pleno municipal, mi respeto a los grupos municipales, a los que vuelvo a recordar que deben defender el interés general, el cual choca en no pocas ocasiones con el interés particular, por lo que si quieren hacer ciudad y no favores, nunca deben de perder de vista esta circunstancia. No vaya a ser que alguno se vea en la obligación de recordarlo.
¡Seguimos!