El 15 de octubre de 2022 quedará grabado a fuego, sin duda, en el recuerdo y carrera las páginas de nuestra escritora, Luz Gabás, al conseguir el Premio Planeta en su edición número 71. Un sueño según la montisonense que en sus primeras palabras de agradecimiento tuvo un recuerdo a su tierra, la que la vio nacer y aquella que ocupa su presente, donde reside y donde escribe.
Un 2022 que acababa con el mejor sabor de boca y un 2023 que seguirá irradiando luz en la carrera de Gabás con un libro que ya vuela solo gracias a esta obra que entrelaza con maestría la trama romántica y el rico contexto histórico.
«La vida sique, siempre encuentra su camino». Éstas son algunas de las palabras que Luz Gabás pronunció en su discurso tras alzarse con el Premio Planeta en un año en el que las quinielas barajaban su nombre y su nuevo libro, «Lejos de Luisiana». Esos nervios en el estómago dieron paso a una satisfacción que sigue paladeando con su libro que ya ha presentado en España y en Latino América. Una gran obra, así la califican los que la han devorado en pocas iornadas teniendo en cuenta que supera las 600 páginas. Hablar con ella es complicado porque su agenda es extensa, sus firmas infinitas, pero sus ganas lo superan y de esa predisposición nace esta entrevista.
¿Cómo ha cambiado tu día a día tras el Planeta?
He estado viajando constantemente, atendiendo a medios y realizando presentaciones y firmas. Ahora en Navidad puedo descansar y luego continuaré con diferentes encuentros literarios. Este ajetreo forma parte de la vida del escritor, sobre todo cuando ve la luz una nueva novela.
¿Cómo fue ese momento al oír tu nombre y cómo fue el proceso de preparar un discurso para celebrar algo único para un escritor?
Esa semana salió publicado en prensa el listado de los finalistas y surgieron los nervios y la excitación. El sueño estaba más cerca de hacerse realidad. Por si acaso, pensé qué diría: hablaría sobre la novela, sobre el proceso de escritura y tendría un recuerdo para mis lugares y seres queridos. Recuerdo la alegría que me invadió al escuchar mi nombre y el vértigo al subir al escenario ante tanta gente y tantos medios de comunicación. Me concentré en hablar despacio y con claridad; me supuso un esfuerzo hacerlo cuando el corazón me iba a mil.
Han sido días y semanas de vorágine. ¿Luz Gabás ha podido digerir lo que le espera a partir de ahora?
Al principio hay poco tiempo para pensar con tranquilidad porque hay que trabajar duro, atender a los medios de comunicación en diferentes ciudades y aprovechar los viajes para revisar la agenda con la editorial. Dos meses después puedo decir que me siento satisfecha de la campaña. El libro ya vuela solo. A partir de ahora sé que tendré unos meses de muchos compromisos que atenderé con ilusión yendo y viniendo desde mi casa. Después, poco a poco regresará la normalidad que para un escritor consiste en muchas horas de despacho y charlas.
La escritora del Planeta tuvo siempre entre sus planes presentar su obra en Monzón… ¿Cómo fue el recibimiento en su ciudad? ¿Notó el calor de los montisonenses?
Monzón siempre me regala momentos inolvidables cargados de cariño y emoción que me ayudan a continuar adelante en mi carrera literaria. Los montisonenses me han acompañado y apoyado desde que salió publicada Palmeras en la nieve. Hemos celebrado juntos cada nueva novela y el estreno de la película. La presentación de la premiada Lejos de Luisiana en Monzón fue para mí un remanso de paz en medio de la vorágine. Monzón forma parte de mi vida. Mi deseo es que este viaje literario nos depare nuevos encuentros en el futuro.
En su libro ha descubierto a mucha gente los entresijos de una parte de la historia totalmente desconocida. ¿Cómo se consigue y cómo se hilvana la carga histórica con esa historia de amor?
En primer lugar leí todo lo posible acerca de los cuarenta años en los que España poseyó el inmenso territorio de Luisiana, al oeste del Misisipi. Tenía que comprender la complejidad del contexto para ser capaz de explicarlo. Luego diseñé los personajes y los fui ubicando en momentos relevantes históricos. Pero la clave está en que esos momentos históricos atraviesen la vida de los personajes de modo que hagan avanzar a la vez la acción y el desarrollo emocional de los protagonistas. La parte histórica no debe apoderarse de la historia central de la novela. Esto es lo más difícil y requiere de muchas revisiones.
Luz asume que su proceso creativo es lento y muy consciente… ¿Es una de las claves del éxito lo del trabajo concienzudo y cocinado a fuego lento?
No se puede escribir una novela como Lejos de Luisiana deprisa y en unos meses. Además del volumen de lecturas para la documentación, se necesita tiempo para reflexionar sobre el mensaje a transmitir; tiempo para que todos los personajes tengan sus propios matices; y tiempo para dejarla reposar y añadir o reescribir escenas. Es una novela escrita poco a poco, pero sin pausa, para que el lector la disfrute también a un ritmo pausado e intenso, para que quiera acompañar a los protagonistas Suzette e Ishcate en su viaje vital mientras aprende sobre un momento y un territorio desconocidos.
Volviendo a sus recuerdos de su querida Monzón. ¿Cómo ha sido volver por unas horas? Muchos amigos la estaban esperando…
Yo voy mucho a Monzón. No es raro verme por las calles y comercios. Y conservo muchas amistades de la infancia. Me encanta esa complicidad que surge tanto del encuentro casual con alguien en cualquier lugar como del formal en alguna charla o presentación.
Supongo que estará muy enfocada en la promoción de su «Lejos de Luisiana» pero ¿tiene ganas de volver a escribir…?
Esta novela me ha supuesto un gran esfuerzo y ahora tengo muchos viajes, así que tardaré unos meses en volver a recluirme, pero sé que tarde o temprano sentiré la necesidad de contar otra historia. De momento tengo bastantes libros que leer.
El año pasado se cumplía un importante aniversario de su primera obra, la que le hizo saborear las mieles del éxito con película incluida… ¿Esta nueva novela va por ese camino?
Creo que, de Lejos de Luisiana, saldría una película grande. Me gustaría mucho ver la historia de Suzette e Ishcate convertida en imágenes. Pero esto no depende de mí. Supongo que, al igual que se hace con tantas novelas, editorial y productoras hablarán en algún momento del tema.
Si tuviera que quedarse con un personaje, ¿con cuál lo haría?
Ishcate. Quizás por vivir en un entorno que ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos que han barrido en pocas décadas una forma tradicional de vida comprendía sus dilemas y sufrimientos. En un momento él se considera un guerrero con poco por lo que luchar, pero en lugar de abandonarse al desaliento, sigue buscando su propio camino entre lo heredado y lo que está por venir, disfrutando del día a día y del contacto con la naturaleza.
RECORDANDO A …
Luz Gabás es una vieja conocida para los lectores hispanos que ya se deleitaban con sus grandes títulos como «Palmeras en la Nieve» u otros tantos de lo que se siente muy orgullosa. Hijos de una misma pluma que escribe de manera metódica dando forma a personajes, historias y escenarios como si se tratara de instantáneas hechas al carboncillo. Pero hay muchas personas que conocieron a una Luz, fresca y divertida, la que era de niña, la jugadora de baloncesto, la actriz y guionista de sus propias fantasías, una Luz especial a los ojos de los muchos nombres propios que han pasado por su vida.
Es el caso de la familia Corvinos de la que habla Pili, la hermana más pequeña. Mi relación con Luz viene desde que éramos niñas, sus padres Paco y Mari Luz eran muy amigos de los míos. Éramos tres hijos en cada familia de la misma edad siendo Luz y yo las pequeñas, hemos compartido una vida juntas y seguimos compartiéndola. Son muchas las anécdotas por contar, ya en el colegio Luz destacaba por su imaginación, creatividad, carisma
e inteligencia. Recuerdo la obra de teatro que representamos titulada «La piedra que quiso volar» en la que Luz era la protagonista, la piedra, el hilo conductor de toda la obra. Ya desde niña escribía, era muy aficionada a la lectura. También compartimos piso de estudiantes en Zaragoza viviendo muchas experiencias, en esta época Luz compartía sus estudios de Filología Inglesa con una de sus aficiones, el teatro. Hay una anécdota muy divertida, puesto que como ella hablaba un inglés perfecto gracias a su año de intercambio en California, participamos como extras en la película rodada en Belchite «Las aventuras del Barón de Munchausen» de Terry Gilliam.
También quiero mencionar la relación tan bonita y de tantísimo cariño mutuo que tenía con mi hermano Ángel que los llevó a compartir muchísimas cosas a lo largo de su vida, haciéndole partícipe de todos sus logros. Luz siempre ha sido y es muy amiga de sus amigos, ni la distancia ni las vicisitudes de la vida nos han separado de ella. Todos sus éxitos y alegrías los ha querido compartir con nosotros, de manera que los sentimos como propios.
Amigas desde siempre por Belén Castel, Belentuela
De pequeña, ella ya marcaba maneras. Los guiones de teatro que escribía en clase eran los mejores. De mayor sigue sorprendiéndonos. Nos atrapa con una facilidad excepcional en sus novelas. Nos entusiasman sus éxitos por sus grande capacidades literarias. Tengo la suerte de compartir niñez, amigos y recuerdos. Y esos momentos vividos con ella me hacen reflexionar sobre la grandeza y la sencillez. Se puede decir que Luz Gabás ya es una grande entre grandes. Pero los que la conocemos bien sabemos y disfrutamos de su sencillez, de su cercanía y de su generosidad. Cuando regresa de sus viajes al más puro estilo WillY Fog, su vida sigue en el valle de Benasque, donde ejerce de madre, compañera, vecina y amiga. Y donde participa de todas las actividades creativas que nuestro maravilloso mundo rural nos ofrece. Y ahí está la escuela de música, donde yo he impartido clases tantos años. He tenido la suerte de participar en la educación musical de sus maravillosos hijos. Y también en la de ella. Sencillamente, Luz es un alumna más de piano, de solfeo, de canto…. Estudiosa. Responsable. Toca con un nivel que encandila. Y es entonces, al escucharla interpretar ese admirable repertorio clásico, cuando pienso: ¿sabrán los hombres y las mujeres compositoras de la historia de la música que en un rincón del valle de Benasque una de las grandes escritoras del siglo XXI que la historia nos ofrece, dedica su tiempo libre con pasión y entusiasmo a interpretar las obras de los clásicos?
Grande Luz.
DEPORTE Y ESPERANZA Por Guillermo Uguet
Luz Gabas está de moda por su reciente premio Planeta, un Everest de las Letras. Se la cita y entrevista por doquier. Razón por la que añadir algo a lo ya escrito o dicho, incluso por ella misma, puede resultar anodino y pretencioso.
Sin embargo me encargan dar algunas claves de la personalidad que se construía en la Luz adolescente que tengan reflejo en la Luz actual. ¿Qué hacer?. Lo cómodo es despacharme con adulación gratuita y seguro que quedo bien en un momento dulce de Luz como personaje público. Si busco impacto, en línea con algunas redes sociales, igual rasco en la memoria buscando la parte oculta del personaje, recuerdos con morbo y aristas afiladas. Ambas tienen sus seguidores pero ninguna aporta una aproximación a la persona que hay tras el personaje público de una ganadora del Planeta.
De mis experiencias compartidas con Luz supe que desde niña era poliédrica, que repartía sus intereses en facetas notablemente variadas, una de ellas el deporte. En las fotos adjuntas comparto su alfa y omega baloncestístico. Sus inicios en el equipo del Colegio de Santa Ana de Merche Castillo y su final con el juvenil del CB Monzón, cuatro años después, antes de embarcarse en cerrar el bachillerato en USA. Entre medio campeonatos provinciales, medallas en regionales y participación en Bilbao en un sector del Campeonato de España juvenil. En todos ellos Luz, como todas las del equipo, clave para el éxito deportivo. Luz demostró pasión, carácter, energía en acción, un punto indómita y también histriónica (no me extraña, a mi modo de ver, que explorara años después su faceta de actriz). La baloncestista solo era una parte de Luz, uno de sus varios personajes. Creo que esa capacidad de meterse dentro del personaje sin anularse a sí misma hoy le sirve de herramienta para sentir y construir los personajes antes de que adquieran vida en sus novelas.
Al deporte le aportas tus cualidades pero también el deporte te modela la personalidad. Luz seguro que aprendió que en la vida como en los partidos hay días y momentos buenos, malos y peores. Y que debes transitar por todos ellos sin que te dejes destruir emocionalmente para poder afrontar con posibilidades de éxito el siguiente paso. Tras cada momento de un partido cuando casi nada sale bien, y tras cada partido, especialmente si te has ido con la cabeza baja, sabes que te esperan nuevas oportunidades. No hay deporte sin esperanza y la faceta agonística de Luz seguro que creció con sus experiencias deportivas en las que lo único sustancial es vencerte a ti mismo. Por eso no me extraña que en el telón de fondo de algunas historias que escribe Luz aparezca la lucha por superar circunstancias imposibles y la esperanza de poder conseguirlo.