Cristina Espejo comenzó el año con una buena actuación en el Memorial “Jesús Luis Alós” de Huesca, donde consiguió la segunda posición. La actual campeona de España de 3.000 metros afronta una ilusionante temporada con los Juegos de Tokio en el horizonte. Un reto complicado, pero posible si las lesiones respetan a la montisonense.
La sonrisa de Cristina Espejo tras cruzar segunda la línea de meta en el parque Miguel Servet fue una de las mejores noticias de la prueba disputada en la capital de la provincia. Las molestias en el glúteo parece que ya han quedado atrás. “Tenía los mismos problemas físicos que el año pasado, pero a pesar de ello forcé para estar en el campeonato de Europa de Cross. Después decidí parar y curarme bien. Poco a poco voy teniendo buenas sensaciones y soy optimista”, resalta. En el Memorial “Jesús Luis Alós” fue segunda tras la alemana Elena Burkard. “Correr en casa siempre es especial y mucho más en un parque que me ha visto crecer atléticamente”, resalta.
Los Juegos Olímpicos son el gran objetivo de la temporada de la mediocinqueña, aunque no quiere obsesionarse con ello. Mientras tanto, trabaja concienzudamente para lograr convertirse en olímpica y estar en tierras niponas del 24 de julio al 9 de agosto. “Es un reto ambicioso, pero los responsables de fondo y medio fondo de la selección española confían en mí. No está tan lejos como creemos”, asevera. Espejo nos desvela que posiblemente intentará buscar la mínima en la prueba de 5.000 metros, la cifra la tiene grabada a fuego en su cabeza: 15 minutos y 10 segundos, ese es el reto. “Mi corazón está dividido, pero siendo realistas tengo más posibilidades intentándolo en esa distancia. La prueba que mejor se me da es la de 3.000 metros, pero en los Juegos Olímpicos no existe esta disciplina y la que mejor se adapta a mis características es esta opción”.
Planificación
Seguir entrenando y acumular carga de trabajo es la ruta establecida para estas próximas semanas. Después afrontará diversas competiciones, aunque todavía no tiene claro cuál será su calendario. “Me encantaría intentar revalidad el título de Campeona de España, pero la semana siguiente Zaragoza será la sede del Nacional de Cross y me hace especial ilusión. Voy a tener que elegir una de las dos opciones para prepararlo en las mejores condiciones”. Después se centrará en entrenar con el único objetivo de conseguir una plaza en los Juegos Olímpicos. “No voy a generar picos de forma para estos campeonatos de principio de año, lo importante viene después”, concluye. La deportista continúa viviendo en León, allí se prepara a conciencia en el Centro de Alto Rendimiento a las órdenes de su entrenador José Enrique Villacorta. Durante 2020 también continuará defendiendo los colores del Playas de Castellón, su equipo de las últimas temporadas. Un año ilusionante que solo las lesiones pueden truncar. Crucemos los dedos…