Una pasión transmitida durante las últimas generaciones y que Álex y Dorian han heredado a pesar de su temprana edad. Su padre, Jorge, les ha inculcado el maquetismo, y ellos lo han acogido como un juego a partir del que aprenden los entresijos de esta especialidad.
El pasado verano un camión grúa se detuvo en la calle Calvario de Monzón para subir hasta el cuarto piso una gran maqueta. Un trabajo que Jorge Chaverri construyó hace quince años para un cliente y ahora ha regresado a sus orígenes. “En aquellos tiempos yo trabajaba en Barcelona para una empresa de maquetismo. Nos realizaron el encargo y con el apoyo de varios compañeros le dimos vida. Con el tiempo me hice amigo suyo y por eso, antes de su fallecimiento, me dijo que me regalaba la maqueta para mi hijo Álex. Ahora seis años después, su viuda ha vendido la casa y hemos tenido que ir a buscarla a Tortosa .Le hemos hecho hueco en casa como hemos podido”, explica Jorge.
La maqueta realizada a escala 1:160 cuenta con un módulo de 4,50 metros de largo por 1,10 de ancho y otro de 1,30 por 1,10 metros. En ella podemos encontrar una reproducción de la estación de Bohn, y está ambientada en Alemania del Este, con trenes de la Deutsche Reichsbahn, una antigua compañía de ferrocarriles de ese país, la catedral de Stuttgart, además de otros muchos detalles, desde trenes, andenes, grúas, almacenes, personas… “Los edificios los estoy sustituyendo uno a uno gracias a mi amigo y compañero de hobby, José Mari Rodellar de la empresa SKLAS (www.sklas.com). Debido al viaje quedaron dañados y voy a aprovechar para darle un nuevo aire”.
Para que los trenes circulen por las vías, se iluminen los edificios o se escuche por ejemplo la reproducción del sonido de una locomotora al frenar existe debajo del soporte un sinfín de cables y un entramado eléctrico que permiten una reproducción lo más fiel posible a la realidad. “Según me comenta el director de una famosa revista de trenes en miniatura, ésta es una de las mejores maquetas de este país y la intención es seguir mejorándola”.
Escayola, malla de gallinero, madera, cartón… son algunos de los materiales utilizados para su restauración, pero lo más importante es contar con paciencia y unas buenas manos, sobre todo.“Mi abuelo ya realizó las maquetas de Hidro Nitro, y desde entonces toda las tres generaciones siguientes a la familia hemos seguido la tradición. A mis hijos les encanta jugar con los trenes y a pesar de que son muy pequeños ya han aprendido a manejar el panel de manera manual”, comenta este montisonense de 38 años y poseedor de numerosos premios de maquetismo a nivel nacional.