El conjunto arqueológico situado en Alcolea de Cinca cuenta con un extraordinario valor patrimonial. En él se han descubierto restos de la Edad de Bronce, Edad de Hierro y Época Ibérica, esto lo convierte en uno de los más destacados de Aragón en su género. El nuevo equipo de Gobierno de la población mediocinqueña liderado por Begoña Nasarre visitó las excavaciones y se comprometió a promocionar y darle el valor que se merece a este tesoro, con todavía muchos secretos por descubrir. La creación de una asociación en torno a él podría ser una de las formas de preservar el yacimiento.
La Codera es objeto de una investigación científica desde 1997; todos los veranos se llevan a cabo campañas de excavación lideradas por el profesor y arqueólogo Félix Montón. En ellas han participado alrededor de 300 personas entre licenciados y estudiantes de diversas universidades de la geografía española e incluso del extranjero, además de voluntarios de la población ribereña. En este lugar nos encontramos con un poblado de la Edad del Bronce, un asentamiento de Campos de Urnas, un poblado de la Edad del Hierro, dos necrópolis asociadas a éste último y un poblado ibérico. Además existen otros restos pendientes de clasificación, otras dos necrópolis prehistóricas y dos hornos de cal modernos.
En esta ocasión fueron un grupo de una decena de personas las que estuvieron realizando excavaciones en el yacimiento durante la primera semana de julio. La vigesimotercera campaña consecutiva siguió las líneas marcadas en los años anteriores, realizando labores de restauración y consolidación de estructuras. “Los resultados han sido satisfactorios, pero queda trabajo para mucho tiempo todavía. El yacimiento da para llevar a cabo un buen proyecto, ponerlo en valor y continuar trabajando en zonas que están todavía prácticamente inexploradas. La falta de apoyo institucional es el gran problema; sin financiación no se puede hacer mucho más”, relata Félix Montón.
Los medios materiales son aportados por el Gobierno de Aragón, a quién corresponde la autorización y tutela de los trabajos y de los restos. También es clave la colaboración del Ayuntamiento de Alcolea de Cinca y la del Museo de Huesca, depositario de los materiales recuperados. “En sus instalaciones se desarrollan la mayor parte de los trabajos de laboratorio y restauración, a cuyo personal agradecemos su inestimable colaboración”, explican desde Excavaciones Arqueológicas La Codera. Además, destacaban que es un activo muy importante dentro del patrimonio aragonés; único en su género al norte del río Ebro.
La directiva se ha marcado como objetivos prioritario a medio y largo plazo la conservación y musealización del yacimiento de la Edad del Hierro (en proceso de excavación) y la necrópolis Oeste (asociada a este y totalmente excavada hace varios años). Para ello se pretende en breve, declarar todo el conjunto como BIC (Bien de Interés Cultural), crear una asociación cultural a través de la cual potenciar actividades destinadas a la difusión y conservación del conjunto y captar patrocinadores y recursos económicos para llevar a cabo estos fines. Desde el consistorio de la población la implicación es máxima. “Queremos impulsar un programa de actividades o acciones de promoción del conjunto arqueológico, pero antes hay que acondicionarlo. Los accesos, señalización, cartelería… son prioritarios. De momento no contamos con presupuesto, pero vamos a luchar por lograrlo y así darle la visibilidad que se merece”, indican.
OBJETIVOS
Por el momento la investigación se ha dirigido esencialmente al poblado de la Edad del Hierro y sus necrópolis, en atención a que esta es una época desconocida y falta de excavaciones o estudios. Actualmente se está planteando el conocimiento más detallado del conjunto y en el futuro se propondrán, si proceden, las excavaciones de los otros enclaves, los correspondientes a la Edad del Bronce y a la Época Ibérica, respectivamente.
YACIMIENTOS
La Codera reúne en escasos centenares de metros un extraordinario patrimonio arqueológico de gran valor. Los restos conocidos hasta el momento abarcan desde la Edad del Bronce a la Época Ibérica cubriendo un lapso de tiempo que abarca casi un milenio.
Edad del Bronce: Dominando todo el conjunto, con unas condiciones de visibilidad muy estratégicas, se encuentra una elevación cónica de unos 250 metros en la que se ubica un asentamiento de la Edad del Bronce, hasta el momento el más antiguo de la zona.
El Bronce final: Al suroeste del poblado del Hierro en la parte baja y a orilla de un barranco que desemboca en el río Cinca, han aparecido unos interesantes restos que parecen pertenecer a un periodo algo anterior al citado poblado, probablemente a la cultura denominada de Campos de Urnas.
Edad del Hierro: Los restos de la Edad del Hierro corresponden a un poblado y dos necrópolis tumulares de incineración. Los resultados permiten confirmar que los tres enclaves son contemporáneos.
Época Ibérica: Al este de los restos de la Edad del Hierro hay una pequeña elevación a cuyo alrededor se encuentran numerosos fragmentos de cerámica ibérica y son visibles restos de muros que corresponden a un poblado de esta época.