Juan Puig Guivernau (1935- 2021), en la dura postguerra, con la cámara Agfa de su padre – aficionado a la fotografía- comenzó a tomar sus primeras instantáneas. Poco a poco fue utilizando sus conocimientos para hacer pequeños trabajos a vecinos y amigos. Pronto se desplazó a pueblos próximos y, en uno de estos viajes, el año 1962, una sugerencia del Salesiano Juan Ochagavía le cambió su vida. Desde entonces desarrolló su trabajo en Monzón. Se instaló en la concurrida plaza de la Estación y allí, además de realizar fotografías, su carácter emprendedor, le llevó a instalar una pequeña imprenta offset para proveer de facturas y albaranes a las empresas locales. Eran tiempos de imaginación y trabajo, dos cualidades que a Juan no le faltaban.