La casa materna en Pomar de Cinca fue desde la infancia de Eugenio Nadal el lugar de referencia familiar. Mucho vive en él de aquella querencia que mima y abona; no en vano suele comentar con orgullo que es este y no otro su verdadero hogar: Pomar al abrigo de España.
El sentimiento de los Reimat por el pueblo cautivó también, con el tiempo, a la esposa de nuestro protagonista. De hecho, y como evidencia a lo referido, podríamos decir que fue precursor en la idea y obra de volver a la tierra de origen, por más que su realidad profesional le alentara a seguir en Madrid o Barcelona. Desde muy joven ya contaba con la confianza necesaria en el ministerio de Agricultura de la época para ejercer como asesor. Coincidió con un compromiso personal-ideológico al afiliarse al PSP (Partido Socialista Popular) por su amistad con el profesor Tierno Galván. También colaboraba con artículos de opinión sobre agricultura, junto a un grupo de amigos todos ellos ingenieros agrónomos, en el entonces incipiente diario “El País”. España vivía un tiempo crucial y Eugenio Nadal se encontraba muy cerca del lugar donde bullía casi todo.
Eugenio Nadal Reimat nació en Lérida. Estudió y trabajó en Madrid, con una breve estancia en Barcelona, y reside en Aragón desde hace cuatro décadas. Es Ingeniero Agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid; fue profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos, también en la capital de España, asesor del gabinete de D. José Enrique Martínez Genique y D. Jaime Lamo de Espinosa, ministros de Agricultura con UCD a finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, además de director general de Agricultura en el Gobierno de concentración de D. Josep Tarradellas -Generalidad de Cataluña-. Ya afincado en Aragón fue presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) durante las dos primeras legislaturas del gobierno de D. Felipe González y consejero de Economía y Hacienda de Aragón en la etapa 1994-95. Una vez dejó su paso por la política, se convirtió en un empresario con base y ejercicio en la capital de nuestra provincia, ejerciendo también como secretario técnico de la Cámara Agraria Provincial de Huesca. En el año 2002 se incorporó como vocal al Consejo de Administración de Ibercaja, del que llegó a ser vicepresidente primero. Actualmente es patrono de su Fundación.
Eugenio Nadal fija tras su vuelta de Madrid su residencia en la capital oscense, punto escogido y equidistante entre su familia paterna leridana y la de su esposa zaragozana. Y ahí permanece con la vista puesta en Pomar y la voluntad señalando la N-240 (ahora A-22) para viajar con hábito al pueblo de su madre hasta hace seis años que decide instalarse definitivamente en la ribera del Cinca. Mientras pasea por sus calles cavila, sin distraerse en ningún momento, sobre no pocas inquietudes que siempre le conducen a España.
ESPAÑA Y SUS INQUIETUDES – Sociedad Civil Aragonesa (SCA)
Eugenio Nadal no descansa a la hora de analizar la realidad presente de nuestro país. Las inquietudes le asaltan al mismo tiempo que el deseo le impulsa a formar parte del grupo de aragoneses que está detrás de Sociedad Civil Aragonesa (SCA); plataforma cívica, trasversal, sin vínculo alguno con partido político conocido, basada en los principios constitucionales y cuya finalidad es la búsqueda de la concordia a través del consenso, basándose en los principios que inspiraron la época más fructífera en la historia reciente de nuestro país: “En una de las crisis más importantes de la historia de España, acentuada por la actual pandemia, es nuestra responsabilidad como sociedad colaborar y aportar soluciones, ante la deriva a la que nos están avocando algunos comportamientos. Es necesario que los ciudadanos defendamos los valores y principios que nos fijamos en nuestra Constitución de 1978; sin fisuras ni concesiones. En un momento tan crítico como el actual, considero que debemos recuperar el espíritu que inspiró la Transición española. Con pactos, unidad, trabajando por el bien común; siendo indispensable, como en ese momento crucial, el papel de la política, representantes con altura de miras trabajando por el bien común y el respaldo e implicación de la inmensa mayoría de los ciudadanos”, comenta Eugenio Nadal como primer envite a las motivaciones que le han llevado a formar parte de SCA, desde su fundación ahora en fase inicial. Y nos habla del esfuerzo que está significando la puesta en marcha del colectivo, pero al mismo tiempo no duda en abanderar el convencimiento de unas ideas democráticas principales y de un constitucionalismo esencial que impregnará la charla al completo.
Su reconocida trayectoria política y administrativa le avalan para ser uno de los nombres capitales en el despertar de SCA. No en vano, Eugenio Nadal es miembro de la junta directiva del Foro España de la Solidaridad y el Progreso y también forma parte de la plataforma España Cívica. SCA es un proyecto que, en estos momentos, presenta menos desarrollo y actividad en Aragón que en otras regiones españolas: “Así es. En el arco mediterráneo la constante presión e imposición de estrategias políticas independentistas, fuera del marco constitucional, está conllevando al hartazgo y la movilización ciudadana. En Aragón somos conscientes que nos va a costar más que en otras comunidades autónomas ya que, por suerte, en general tenemos claro que formamos parte de España y no comulgamos con la deriva a la que nos están llevando algunos como país. Parecemos ya una “No Nación de naciones” hecho que en ningún caso desde nuestra Constitución se había planteado. Por eso es necesario también que desde regiones como Aragón defendamos el modelo de país que aprobamos entre todos, junto con el resto de la población de otras comunidades autónomas que piensan igual, siendo mayoría”. La pregunta se hace inevitable; si hemos llegado a esta situación, ¿en qué se falló a la hora de redactar la Constitución? “Había tanta buena voluntad que en mi opinión se cometieron errores importantes. Entre ellos, transferir algunas competencias básicas como Sanidad, Educación o darle la máxima autoridad a los presidentes autonómicos. La deslealtad de unos pocos ha provocado abusos y han llevado al desmantelamiento del Estado”. La solución se antoja compleja; Eugenio Nadal apunta el camino a emprender sin que la seguridad del éxito asista al mismo: “Ya que los políticos actuales da la impresión que no lo están consiguiendo e incluso falta en algunos de ellos esa voluntad, considero que tenemos la obligación, como mínimo, de trasladarles nuestro desencanto, facilitar el diálogo e intentar que vuelvan los grandes pactos de Estado. Si seguimos en la senda actual, y no hay un acuerdo entre PP y PSOE, nos va a costar mucho más avanzar o reconducir la situación”, apunta Nadal, poniendo como ejemplos positivos los acuerdos que se están dando durante esta pandemia en algunas comunidades autónomas como Castilla-León o Aragón, la altura de miras del presidente del partido de la oposición en Portugal o el acuerdo de gobierno estable entre los dos principales partidos en Alemania, que ya tenían antes de aparecer la covid-19. Por tanto, si el objetivo cabe conjugarlo con las palabras consenso, diálogo, desarrollo… ¿cabe todo el mundo en SCA? “No rechazamos a nadie, pero tenemos unos principios elementales e innegociables que son los constitucionales. Se puede reformar lo que se considere oportuno de la Constitución, pero sólo mediante el cauce democrático establecido que todos aprobamos. No somos apolíticos aunque si apartidistas, aquí no hay carnet”. ¿Eso quiere decir que este movimiento no acabará reconvirtiéndose en un partido político como ha pasado en otros casos recientes? “Jamás. Así de contundente. Por nuestra heterogénea composición me atrevo a asegurar que es imposible”.
La capacidad didáctica de Eugenio Nadal, no en vano sus inicios profesionales le llevaron a ser profesor universitario, reconduce la entrevista a una interesante conversación en la que no se inhibe a la hora de comentar aspectos esenciales que circunda la situación actual en España. Por ejemplo, habla de la Corona como parte principal de los últimos cuarenta años en democracia, sin obviar los errores cometidos: “El papel de la monarquía en este periodo democrático de España ha sido fundamental. Sin duda ha habido errores y muy graves por parte de la Corona, pero el actual monarca está tomando decisiones claras y concretas de total honestidad; pese a que a nivel personal sean my complicadas porque suman el componente familiar”. Al hilo de su respuesta, ¿cabe plantearse un cambio de modelo –monarquía/república- en España: “Claro que se puede plantear otro modelo de Estado, pero sólo si se hace conforme a los procedimientos fijados en nuestra constitución. Aunque analizando la última República, y el caos que supuso, sería lo contrario a la estabilidad que necesitamos. Las dos únicas repúblicas habidas en España no son un ejemplo positivo a tener en cuenta, al contrario”. Sobre la bandera y sus utilizaciones interesadas, Eugenio Nadal no deja de sorprenderse: “Lo que pasa en nuestro país con la bandera es incomprensible en el resto del mundo. Para cualquiera que analice la historia de España es inexplicable, con el añadido de la tergiversación realizada. Nuestra bandera actual NO es un símbolo franquista; tampoco es propiedad de ningún grupo o partido. Es de todos y cada uno de los españoles, sin excepción, pues representa nuestra unidad, solidaridad y convivencia. Es un símbolo de LIBERTAD”. Finalmente, sobre el polarizado terreno político con el que nos levantamos a diario: “Es la principal amenaza. Hay partidos que nos está llevando a una degradación de la política evidente, defendiendo abiertamente la destrucción de España. Esos extremismos y separatismos no pueden formar parte de la solución ya que justamente son el principal impedimento para alcanzar acuerdos de País. El uso del español, nuestra lengua común, no provoca fricciones con las lenguas cooficiales si defendemos y aplicamos el modelo que establecimos de defender una cultura transversal e integradora”. Palabras, ideas, realidades, historia, compromiso, soluciones… de un personaje que lejos de acomodarse en su brillante trayectoria, baja a la arena de las dificultades nacionales para seguir proponiendo desde las calles de Pomar de Cinca.