El obrador de la clarisas de Monzón vuelve a retomar durante este mes su habitual actividad, como en años anteriores, a pesar de la pandemia. Con la vista puesta en la Navidad el teléfono para realizar encargos está empezando a sonar y es sin duda una excelente noticia ya que es la principal fuente de ingresos para la conservación del monasterio montisonense.
Las pastas saladas, junto a los chocolates y al turrón blando, fueron las últimas incorporaciones que acompañaron a los turrones varios (frutas, nuez, yema, chocolate blanco, chocolate con leche, chocolate negro o praliné) que empezaron a elaborar hace una década. Uniéndose al catálogo de este año el panettone “Es un dulce navideño de referencia que no realizábamos y que presentamos como novedad. Las personas que lo han probado ya nos han dicho que les ha encantado”, nos comenta con satisfacción Sor María del Carmen, responsable del obrador.
“Es un año muy especial para todos, también para nosotras, ya que hemos acordado que vamos a seguir elaborando mascarillas, en la zona que acondicionamos desde los inicios de la pandemia, y esperamos que los pedidos de dulces se reactiven para que el obrador vuelva a ser un “hervidero”, como antes durante estas fechas, del que surjan turrones, polvorones, mazapanes, mantecados, roscos, empanadones… y ahora también panettones” apunta Sor María Alegría, para nosotros siempre Teresita.