El pasado 7 de marzo el pleno del consistorio montisonense aprobó la propuesta de acuerdo transaccional que paraliza los procedimientos contenciosos administrativos relativos al parquin situado en la avenida Cortes de Aragón de la ciudad.
El Ayuntamiento llegó a un acuerdo para indemnizar a la empresa con 2,4 millones de euros y así dar por zanjado un asunto escabroso, que en el caso de alargarse en el tiempo podría incluso duplicar la cantidad pactada, con lo que eso supondría para las arcas municipales. El acuerdo fue unánime por parte de todos los grupos: PSOE, PP, Cambiar Monzón y el PAR, mientras que Ciudadanos se abstuvo, situación que fue reprobada por los portavoces del resto de partidos. El acuerdo no afectará los presupuestos de 2018.
ANTECEDENTES
Cuando se extinguió la empresa que explotaba el parquin, el Ayuntamiento se hizo con la propiedad por ley, lo que le obligaba al pago de las obras realizadas por aquella (edificio y apertura de la calle Jacilla), por una cantidad por determinar. La administración concursal las valoró en 3 millones de euros, y el Ayuntamiento, tras acuerdo plenario, en 1,5 millones. El proceso generó dos contenciosos administrativos por recursos de la otra parte (el primero, en el anterior mandato municipal), y uno ya ha llegado al Tribunal Superior de Justicia de Aragón.
VALORACIÓN
Los portavoces del consistorio montisonense, a excepción del representante de Ciudadanos, valoraron de forma unánime el acuerdo establecido: se zanja un asunto que se hubiera enquistado en los tribunales y de resolución incierta, con la amenaza de un final mucho más gravoso para las arcas municipales (por los intereses y las costas procesales); el Ayuntamiento paga 900.000 euros más de lo que tenía previsto y 500.000 menos de la primera exigencia de la concursal. En todo caso, se hace con un bien inmueble cuya venta o uso para equipamiento reducirá a efectos prácticos el monto del desembolso; el acuerdo es “un asunto de ciudad”. Los portavoces recalcaron que de no zanjarse este asunto, sobre las futuras Corporaciones pendería una espada de Damocles. Todos coincidieron en que, al margen del análisis de lo sucedido (la inviabilidad del parquin), «lo primordial era cerrar de una vez por todas la negociación y olvidar los contenciosos».